Extracto del Libro de Trabajo de los Doce Pasos de CoDA (Libro Verde). Descarga directa de la obra completa siguiendo este enlace.
Primer paso: Admitimos que éramos impotentes ante los demás; que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables.
Con el Primer Paso empieza nuestra relación personal con los Pasos de Codependientes Anónimos. Admitimos ante nosotros mismos y ante los demás que somos impotentes ante la enfermedad de la codependencia. Cuando hacemos esto, muchos de nosotros empezamos a experimentar una sensación de pertenencia y vemos que no estamos solos.
Aun cuando un nuevo comportamiento nos pueda hacer sentir incómodos, podemos tratar cada una de las situaciones de nuestra vida a la vez, una a una, con los Pasos, empezando con el Primero. Podemos dejar de intentar controlar; empezamos a establecer una relación nueva con nosotros mismos. Decir que somos impotentes ante nuestra enfermedad, en voz alta en el grupo, nos pone en marcha por el camino de la verdad. Empezamos a identificar aquello ante lo que somos impotentes y a ver las manifestaciones de la enfermedad. Aprendemos a identificar algunas de las “no verdades” que nos han enseñado: nos damos cuenta de que impotencia no significa debilidad, de que el control sobre los demás no nos da seguridad, de que buscar que otros nos digan por dónde ir no nos permite vivir nuestras propias vidas, de que juzgar a otros no es asunto nuestro, de que creer que somos poderosos es doloroso. Vemos cómo los viejos mensajes que nos dan vueltas en la cabeza pueden controlarnos. Descubrimos que pensar en términos de “blanco o negro” o de “bueno o malo” es rígido y limitante.

A medida que trabajamos el Primer Paso, empezamos a encontrar las herramientas de la recuperación. La mayoría de nosotros descubre que usar la literatura de CoDA y escuchar a los demás cuando comparten sus características de codependientes nos ayuda en el proceso de identificación que requiere el Primer Paso. Nos centramos en nosotros mismos y nos ejercitamos en estar en el presente. Empezamos a dar cabida a un Poder Superior. A medida que soltamos riendas / nos desprendemos, empezamos a liberarnos de lo que es la responsabilidad de los demás. Nos desprendemos de lo que los demás piensen de nosotros, comprendiendo que somos adultos y podemos elegir. Aprendemos a preguntarnos: ¿Qué quiero? ¿Qué pienso?, ¿Qué siento? Podemos hacer una lista de las herramientas que nos ayudan en la recuperación. Podemos calmarnos y conectar con nuestro Poder Superior. Empezamos poner a límites sanos (retirarnos, llamar a alguien, dar una vuelta a la manzana) para cuidarnos a nosotros mismos de la mejor manera. Nos damos cuenta de que ya hemos hecho suficiente cuando: escuchamos nuestra voz interior, oramos, escribimos o nos damos cuenta de que no tenemos que tomar una decisión inmediatamente. También aprendemos que no es necesario que nos guste todo lo que aceptamos. Podemos aprender mucho sobre la verdadera humildad y reconocer que no tenemos todas las respuestas.
A medida que soltamos el control, estamos más capacitados para aceptar las realidades del ser humano. Encontramos la paz. Nuestras vidas son diferentes y gratificantes cuando estamos dispuestos a trabajar el Primer Paso, sentimos libertad, integridad personal y poder en nuestras vidas. Desarrollar un auténtico interés por cuidarnos a nosotros mismos y respetar nuestra institución se convierten en prioridades.
A medida que nos liberamos de la necesidad de controlar a otros, empezamos a centrarnos en aquello que sí que debemos cuidar: NOSOTROS MISMOS. Podemos tomarnos tiempo para actuar con cortesía y dignidad. Cuando estamos conectados con nosotros mismos y con este Paso, empezamos a tener fe en que somos capaces de cambiar, y aprendemos a liberarnos de nuestros miedos. Empezamos a reconocer que somos dignos y valiosos. Podemos dar gracias.
Las siguientes preguntas tienen la finalidad de ayudarte a trabajar el Primer Paso:
1. ¿Soy controlador? ¿Cómo?
2. ¿Cuál es la diferencia entre ser impotente y ser poderoso?
3. ¿En qué sentido soy poderoso cuando me desprendo de los demás? ¿Cómo hace esto que mi vida sea más gobernable?
4. ¿Cómo pierdo el miedo a lo que piensen los demás? ¿Cómo me cuido a mí mismo? ¿Cómo me ayuda en esta tarea la aceptación de que “soy impotente ante los demás”?
5. ¿Qué patrones codependientes (defectos de carácter) me impiden trabajar el Primer Paso?
6. ¿Por qué dice este Paso “admitimos que éramos impotentes” en vez de “admito que yo era impotente”?
7. ¿Qué quieren decir para mí hoy “impotencia” e “ingobernabilidad”?
8. ¿Qué signos veo que me indiquen que estoy en negación?
9. ¿Qué quiere decir rendirse? ¿Por qué necesito rendirme? ¿Ante qué necesito rendirme?
10. ¿Cuándo sé que he hecho lo suficiente?
11. ¿Cuáles son mis señales de ingobernabilidad? Haz una lista.
12. ¿Por qué necesito controlar?
13. ¿Estoy dispuesto a aceptar que intentar cambiar a alguien me causa ingobernabilidad, hostilidad y resentimiento?
14. ¿Soy impotente ante mi comportamiento codependiente?
Si lo deseas, puedes compartir tus respuestas de forma anónima en los comentarios. El anonimato es un principio espiritual que nos recuerda que tenemos que anteponer los principios a las personalidades. Al compartir honestamente, amplificamos nuestra conciencia de grupo sobre la codependencia o dependencia emocional. Cuando más conciencia generamos, menos nos puede dominar la enfermedad.
Otros artículos relacionados:
Atención presencial en Barcelona, Amposta (Tarragona), y terapia online en español o catalán a través de skype.