Diagnóstico diferencial entre Dependencia Emocional y Trastorno Límite de la Personalidad

Un artículo de Sergi Ferré para GAEDE, sobre el diagnóstico diferencial entre TLP (Trastorno Límite de Personalidad) y Dependencia Emocional.

Las personas con Trastorno Límite de Personalidad (TLP) disponen de muchas capacidades pero continuamente se están autoboicoteando debido a una lucha declarada contra sí mismas ("soy una mala persona", "yo misma me lo provoco y por lo tanto me lo merezco", etc.). Debatiéndose entre emociones inestables y contradictorias, llegando a sentirse en ocasiones fuera de control ("si supieran como me siento pensarían que estoy loca"). No se perciben como válidas o queridas porque en algún aspecto se suponen carentes o defectuosas en comparación a las demás, lo cual las vuelve excesivamente dependientes ante el miedo de ser abandonadas o ignoradas.

Según Dolores Mosquera (*), "suelen tener una autoimagen variable que generalmente se basa en cómo son percibidos por los demás (ante una crítica se pueden sentir "malos", "ineptos", "no válidos" y ante un piropo se pueden sentir "una buena persona", "alguien estupendo", etc.) (...) Esta forma de percibirse conlleva cambios de humor y pensamientos contradictorios acerca de uno mismo y de los demás".

Dibujo colectivo del grupo de agenciamiento de GAEDE
Establecen relaciones intensas en las que suelen idealizar o devaluar a la otra persona para que encaje con la intensidad de sus emociones. Muestran una gran necesidad de ser amadas, pero llevado a un punto en que no ven nada más que su necesidad. Sin darse cuenta, pueden estar cruzando límites que se interpreten por parte de la otra persona como manipulación o chantaje emocional, generando rechazo.

Suelen zarandearse entre polos opuestos: De la suspicacia a la ingenuidad extremas (y viceversa), de la confianza absoluta a la desconfianza total (y viceversa), etc. Lo cual, agravado con el estrés, las puede llevar incluso a la paranoia. Sienten el impulso de dar a otras la atención que ellas no obtuvieron cuando se sintieron abandonadas, pero con tal inocencia que después se sienten estafadas cuando sobreviene el desengaño. Una paciente de Mosquera lo define así: "Siempre pienso que los demás son como yo. Me desvivo por los demás, soy capaz de hacer cualquier cosa. He llegado a hacer cosas desagradables para complacer a los demás. Cuando conozco a una persona que parece estar sufriendo no puedo evitar intentar acabar con su sufrimiento (...) Lo que más daño me hace es que se aprovechen de mi confianza y buena intención... cuando conocen mis puntos débiles siempre los acaban utilizando para hacerme daño".

Se debaten entre pensamientos en términos absolutos e irreconciliables, del tipo o todo o nada ("si no tengo novio no valgo nada"), que habitualmente combaten con formulaciones del tipo "entonces, si tuviese novio seria súper feliz", como si esto fuera a cambiarlo todo por arte de magia. Pero eso solo las desvía del auténtico problema, porque cuando consigan su anhelado propósito se dan cuanta que la felicidad tampoco estaba ahí. Padecen de un sentimiento crónico de vacío.

Mosquera, concluye: "Es normal que sentimientos como estos y sus correspondientes formas de pensar les hagan sentir muy vulnerables e inválidos ante el mundo, y por eso actúan como si estuviesen en una continua batalla con éste, ellos mismos y los demás. La sensación de no encajar hace que continuamente busquen su sitio en un mundo que es percibido como un lugar peligroso, lleno de imprevistos y de personas dispuestas a hacerles daño y que no les permitirán un mínimo fallo".


RASGOS EN COMÚN

Según Jorge Castelló Blasco (**), esta sintomatología, comparte rasgos en común con la dependencia emocional, como las autoatribuciones de culpa ("yo soy la que falla"), las dramatizaciones (amplificar aspectos dolorosos), las interpretaciones (para confirmar supuestas amenazas de peligro), los reproches y enfados (sobre todo en TLP), las focalizaciones excesivas (en la pareja o en la persona amada), el cuestionamiento personal ("¿qué mal habrá en mí para que siempre me pase esto...?"), la inseguridad afectiva ("no les intereso... me van a abandonar"), etc.


DIAGNOSTICO DIFERENCIAL ENTRE TLP Y DEPENDENCIA EMOCIONAL.

Resumiendo mucho, según Blasco (***), la diferencia entre TLP y dependencia emocional, es la siguiente:

- Las relaciones inestables en dependencia emocional se ciñen a la pareja pero en TLP abarcan el resto de ámbitos (amistades, trabajo, familia, etc.)

- En dependencia emocional el estado de ánimo es habitualmente bajo, pero en TLP "alternan mucho, con periodos de desvinculación afectiva en la que se muestran arrogantes y soberbios", para después volver a sentirse igual o peor.

- El autodesprecio, común a los dos trastornos, es más intenso en TLP, llegando a autolesionarse o a amenazar o intentar suicidarse.

- Además de los síntomas de dependencia emocional, las personas con TLP "alternan con frecuencia y facilidad reacciones de ira, minusvaloración y desprecio hacia las personas de las que supuestamente dependían emocionalmente. Estas actitudes, como es obvio, no se dan por azar, sino por valorar el sujeto de una manera muy personal y subjetiva un supuesto abandono por parte de las otras personas".


Partir de un diagnóstico preciso es fundamental para el éxito de la terapia, que consiste en que la persona entienda lo que le está pasando y aproveche esta oportunidad de aprender de sí misma a vivir con más amor y comprensión. El tratamiento recomendado es una terapia psicodinámica especializada tanto en un grupo de agenciamiento afectivo como en sesiones individuales. Para más información, consulta nuestra web, visítanos en Barcelona o Amposta (Tarragona) o escríbenos a gaede@gaede.cat


*) Mosquera, D. (2004): Diamantes en bruto I. Ed. Pléyades, S.A. Madrid.
**) Castelló Blasco, J. (2019): El miedo al rechazo en la dependencia emocional y el trastorno límite de personalidad. Alianza Editorial. Madrid.
***) Castelló Blasco, J. (2005): Dependencia emocional. Alianza Editorial. Madrid.

Comentarios

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    1. Según D. Mosquera (2004), "La proyección permite a la persona desprenderse de su malestar y todo aquello que lo está provocando y colocando fuera de sí misma. Es como si la persona trasladase sus pensamientos negativos, su descontento, sus dudas e inseguridades a los demás".

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