La ruptura de pareja en la dependencia emocional

La ruptura de una pareja con dependencia emocional, se presenta desde dos aspectos distintos:

1. Un sufrimiento desmedido (adicto al amor)

2. Una desapegada frialdad (adicto a la evitación) 

En ambos casos, hablamos de personas codependientes, pues ambas dependen de asegurarse el amor de la otra y para ello utilizan distintas estrategias. Se necesitan a tal extremo que entre ellas no puede surgir afinidad, pues se vuelve urgente ejercer alguno tipo de control, ya sea moral o efectivo.

Estas reacciones extremas no se dan solo en la relación entre personas, sino principalmente en la relación de cada persona consigo misma. En el ámbito intrapersonal, distinguimos patrones intercambiables:

1. Una crítica mordaz hacía sí misma / ausencia absoluta de autocrítica.

2. Indiferencia hacia sus necesidades / exigencia de cumplir con sus propias expectativas.

A mi consulta acuden personas porque padecen dependencia emocional, pero eso no las persuade de seguir con sus relaciones. La demanda inconsciente es poder "curarse" para así evitar la temida ruptura.

Pero en realidad, el miedo al abandono por parte de la pareja, es el reflejo de un miedo mucho más profundo y con más imbricaciones. Es el miedo a que si dejara de interpretar ese papel, saldrían a la luz aspectos mucho más sombríos, considerados inaceptables, que permanecen custodiados con profunda vergüenza.

Para constelar la curación hay que crear el contexto en el que esta se pueda dar. La persona no lo puede hacer a base de su empeño y buena voluntad, porque es precisamente su voluntad la que está tomada por aspectos neuróticos que solo buscan subsistir.

Si observas la imagen que ilustra el artículo, verás como el ego derrocado se encuentra encarado con la realidad, que se presenta de manera dramática. Parece que la bufona disfruta con el sufrimiento de la reina, parece olvidar que son la misma cosa. Es frecuente que esto se de en casos de dependencia emocional, donde la persona queda atrapada en juicios y categorías muy rígidas.

Pero ahora hay un espejo entre ambas, donde cada puede ver su propio rostro cuando mira hacia la otra. Reconocen entonces la proyección de sus propios valores prestablecidos. Por primera vez, tienen la oportunidad de entender su modo de vida, y en esa misma comprensión, abrazar a la persona que ya están siendo. 

Pero esto es raro que ocurra. Es importante recordar que no se trata de una decisión personal, sino de una manera de ver las cosas que tiene agarrada a la persona. En mi libro La revolución afectiva, desarrollo ampliamente este tema.

Iniciar una terapia especializada es el primer paso para la curación, porque una no puede salirse de sus presupuestos por sí misma, sino convencerse cada vez más de estar atrapada en su propio cuento. 

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Comentarios

  1. Hola, ¿y cómo saber SEGURO que una relación es de dependencia emocional?

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    Respuestas
    1. Hola, Mari.

      Cuando hablas de saberlo "seguro", esa lógica parece apuntar a que solo haya dos posibilidades: O es una relación de digamos amor verdadero, o es una relación de dependencia emocional (o está "bien" o está "mal").

      La pregunta que podría hacerte es ¿qué posibilidad de flexibilizar esas categorías hay en tu vida? La dependencia emocional tiene que ver con maneras rígidas de pensar y con juicios severos sobre cómo deberían ser las cosas. Eso se traduce en pensamientos del tipo "hay algo vergonzoso en mí, "sin ti no soy nada", "las demás son más felices", etc.

      Si identificas esa dureza o desafecto en tu vida, sería motivo para iniciar una terapia gaede@gaede.cat

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