¿Quién es Wolfgang Giegerich?

Wolfgang Giegerich es un analista alemán que defiende la idea de una psicología con alma. Heredero del pensamiento de
Carl Gustav Jung, rompe con su maestro James Hillman (junguianismo de segunda ola), para establecer una nueva corriente considerada como junguianismo de tercera ola, la más contemporánea de todas. Se trata de un autor revolucionario en psicología, que no deja indiferente a nadie.

Para conocer con mayor profundidad a este autor, puedes escuchar el capítulo sobre Wolfgang Giegerich de nuestro podcast Bienvenida a la jungla, en el que Sergi Ferré, terapeuta de GAEDE, entrevista a Luis R. Álvarez y Alejandro Bica, traductores de su obra al español. Este último, ante preguntas posteriores para entender con mayor profundidad el contenido del debate, ha contestado lo siguiente.


Sergi: ¿Qué relación tiene el alma con el ego?

Alejandro: En Giegerich, el término “ego” apunta, a veces, a esa visión o perspectiva, dentro del conjunto, que se protege a sí misma. En los sueños habla de “ego onírico”, como ese personaje que dentro de toda la trama solo actúa bajo su necesidad de supervivencia y de conservación de sus intereses, necesidades o deseos. En cambio, “el alma” es la totalidad, es esa marcha dada, que da forma al sueño o al fenómeno. En el sueño, “el alma” es la totalidad (en el sentido de “el todo”, “el ser”, “la verdad”) de los acontecimientos del sueño, incluso si una parte de esta totalidad, esa que representa el ego-onírico, se niega a ella misma. En un síntoma, cuando el paciente va a terapia y dice: “quiero sacarme este síntoma”, así a grosso modo, podemos decir que el deseo de sacarse el síntoma está dicho desde la lógica del ego, en cambio, el conjunto de su padecimiento (incluida su reacción), eso proviene desde la lógica del “alma”. “El alma" es el término metafórico o mitoligizado que da expresión a la forma lógica o sintaxis del asunto.


¿En qué términos de relación se dan el alma personal con el alma colectiva?

Jung habló de complejos y de arquetipos, estando los primeros en la esfera personal y los segundos en una esfera transpersonal. Giegerich no usará este lenguaje, pero creo que vale para hacer esta distinción entre asuntos que pertenecen a la esfera más personal contra asuntos que van más allá de ella. Esta distinción no es una distinción neta, tajante. También se podría decir que en la historia hay una dinámica en la cual estamos todos metidos, una dinámica que no hacemos nosotros, aunque participamos en ella y somos a través de ella. En cambio hay asuntos, que incluso estando dentro de esta dinámica, caen bajo nuestra jurisdicción. 


¿Apunta Giegerich a que exista un alma personal?

El alma no tiene existencia positiva. Es la posibilidad, por parte de uno, de pensar (el pensamiento o estructura lógica de) un fenómeno, sea este muy personal o muy transpersonal. Existe la posibilidad de pensar (de hacer el alma, de parir el concepto de) un asunto muy personal o muy transpersonal o de pensar un asunto muy personal y de ser llevado por el asunto mismo hacia confines nada personales. De manera parecida uno puede ver un asunto limitado a lo personal, a lo familiar, al país natal, o abarcando lo humano en su conjunto. El asunto te podría llevar y uno podría ir hacia su limite (dos cosas que se hacen a la vez).



Creo que llegamos a decir que la psicología según Giegerich no está al servicio de las personas. Aún así, él tiene su consulta privada y atiende casos particulares que buscan alivio en sus vidas ¿No es eso una contradicción?    

Que la psicología no esté al servicio de las personas no significa que tener una consulta privada sea una contradicción. El cardiólogo tampoco está al servicio de las personas, sino del corazón, incluso si esto tiene un beneficio indirecto para las personas. Lo mismo el psicólogo que está al servicio del alma. “No estar al servicio de las personas” no cancela la posibilidad de una consulta privada (tal como lo entendió Hillman con su giro del “espejo a la ventana”), significa que el fenómeno no es abordado o entendido desde las necesidades o deseos personales, aunque el escenario en donde se da el fenómeno (del cardiólogo o del psicólogo) sea la persona. No hay ninguna contradicción en ese sentido. 

 

Por lo que entendí en "What are the factors that heal?” (¿Cuáles son los factores que curan?, 2020), Giegerich libera a la sanación de todos sus presupuestos en tanto que objetivo y metodología ¿Qué es lo que vuelve sanación a la sanación?

En esta obra muestra que la atención al alma, ya sea de manera directa o indirecta, puede tener un efecto liberador, un efecto que hace que la estructura del fenómeno cambie, que “el alma se vuelva fluida”, por ejemplo. El psicólogo, siguiendo a Giegerich, no "atiende casos particulares que buscan alivio en sus vidas”, sino simplemente, atiende al alma. Darle voz, arrojar luz, abrir preguntas, pensar desde dentro de la patología. Ahora bien, ¿qué cura? Como dices, la cura, el movimiento del alma, puede darse, y si es que se da, de muchas maneras. Esto sería un tema a analizar post facto, no se puede anticipar el camino. 


¿Qué diferencia hay entre “hacer alma” y “Alma” (o alma objetiva)?

Lo primero es la actividad del psicólogo de pensar desde dentro el asunto que sea, un asunto que puede verse encerrado dentro de la esfera personal (no siendo más que “complejos” o “asuntos psíquicos”) o también puede verse como abriéndose el asunto mismo a esferas mayores, culturales, tocantes a lo que Giegerich llama “Alma” (con mayúsculas). No hay una línea tajante que divida de antemano a asuntos que perecen al Alma y asuntos que no. Es una distinción que se hace en el pensar los asuntos. Una patología personal puede agitar asuntos completamente personales y nada más (Jung: complejos), y otra patología personal puede estar siendo la materia prima para una actividad del Alma (por ejemplo, una neurosis). 


¿Ha dejado entonces la salud mental de ser competencia de la psicología analítica? 

Creo que todo el ámbito de lo humano es competencia de la psicología analítica. La cuestión es hacer alma y mirar psicológicamente el amplio rango de fenómenos, teniendo algunos una dignidad más de “alma objetiva” y otros menos o nada. Si nuestra definición de “alma” como el objeto de la psicología es definida estrictamente como “alma objetiva”, entonces ciertos asuntos humanos, humanos-demasiado-humanos (ciertos complejos, problemas de adicción, del corazón, duelos, etc.), podrían caer fuera de esa definición. Pero como no hay un fenómeno que antes de pensarlo nos diga si tiene dignidad de Alma o no, entonces, tampoco hay una respuesta de si ciertos fenómenos como un estado psicoemocional, un complejo o adicción, etc., no son competencia de la psicología analítica.     

El tema (sala de consulta, sueños, realidad tecnológica, etc.) no es lo que hace a la psicología, sino el abordaje.


Giegerich, siguiendo la estela de Freud y Jung, se basa en el presupuesto de que tras ciertos hechos o fenómenos hay un alma objetiva, o acaso un significado "profundo" en ese otro plano ¿No lo conecta esto con, por ejemplo, la astrología, que también apunta a un más allá accesible para sus iniciados? 

La astrología y la psicología no están al mismo nivel. La psicología es la esencia de tal visión astrológica específica. La astrología no puede preguntar astrológicamente por sus presupuestos, porque, al igual que la ciencia, tendría que abandonar su perspectiva para entrar en los fundamentos psicológicos de la misma. Hay algo de filosofía aquí, o como decía en otra pregunta: filosofía bajada a tierra o filosofía sublada. 

Por el otro lado, la astrología sí podría verse como un conocimiento para iniciados, iniciados que están embebidos en una tradición milenaria y que manejan sus secretos. Pero es que la psicología, no maneja ninguna tradición milenaria, ningún secreto, no tiene de antemano ningún sistema ya hecho a través del cual acercarse a los fenómenos. Se acerca a los fenómenos desde ellos mismos, pregunta por su secreto, por su esencia, la de los fenómenos. Digamos: la psicología no es para iniciados, es el trabajo de iniciarse, siempre de nuevo, en cada nuevo asunto a mano.

Además, la astrología pasa de ser una respuesta antigua a cuestiones prácticas de un tiempo específico a ser una herramienta para entender fenómenos psicológicos modernos. Es decir, asuntos de la vida moderna son abordaos, por parte de algunos astrólogos, desde modos de comprensión antiguos. La unicidad del fenómeno y su tiempo, su propia mismidad o significancia propia, se pasa absolutamente de largo. La práctica de la astrología hoy es o bien un pasatiempo, como una especie de juego virtual (según lo entendió finalmente Enrique Eskenazi), o bien una respuesta retrógrada a los fenómenos particulares de nuestro tiempo.     


Por otro lado ¿acaso no es la ciencia la que mueve al mundo actualmente, y no el desarrollo de una psicología con alma?  

La psicología es la esencia de la ciencia, o la esencia de la psicología científica sanitaria, por ejemplo. La esencia no está para nuestros sentidos, está para aquel que la piense. 

La psicología científica tiene un papel en el mundo moderno. No necesita pensarse a sí misma. Funciona bien así como está. Que desde otro lugar se pueda hacer la pregunta por la esencia, no significa que esta pregunta tenga más valor que lo otro. En absoluto. De hecho, posiblemente, tenga menos valor para el mundo actual. No hace falta poner a la psicología en un lugar elevado, porque de hecho parece no tenerlo. Tú puedes preguntar por la esencia de los asuntos que parecen ser de relevancia para ti o para el mundo, pero en la mayoría de los casos, tu respuesta no va a hacer ninguna diferencia para nadie, solo para ti, y si es que hace alguna diferencia para ti. 


No dudo del plano lógico al que apunta Giegerich, lo que no entiendo es ¿Cómo no revoluciona al mundo?

Si por revolucionar el mundo te refieres a que sea algo que esté en boca de todos y que se tenga en consideración igual que la ciencia, personalmente, no veo por qué tenga que hacerlo. Si por “revolucionar el mundo” te refieres a que el plano lógico cambia el mundo, pues esto es lo que muestra Giegerich con su obra. Pero las dos cosas no tienen por qué ir de la mano.  


Antes apuntabas que "todo el ámbito de lo humano es competencia de la psicología". Pero esa omnipresencia es solo a condición de dar por sentado sus propios presupuestos: que hay una verdad en otro plano (lógico) para quien haga el trabajo de iniciarse en ella ¿No es así?

Este presupuesto es parecido al significado que tiene el lenguaje. Damos por sentado que hay un significado en el lenguaje, el cual captamos cuando nos escuchamos. Sí, la psicología también, da por sentado que toda actividad humana, viene estructurada desde un horizonte, desde unos presupuestos. Además, digamos que toda ciencia tiene su presupuesto, ese presupuesto que le permite construir su tema. No hay salida de ello. 

Que el objeto de la psicología no esté para nuestros sentidos, no es ningún problema ni nada extraño para el hombre actual. Muchos objetos de estudio no son abordables desde los sentido, los trascienden. 


Entonces, ¿no llega Giegerich también a conclusiones ya contenidas en los presupuestos que establece de antemano (alcanzar en el asunto a un alma objetiva)?

Sí, claro. Para ver el sol tienes que presuponer el sol (parafraseando a Plotino), para llegar al alma tienes que ya haber llegado al alma (parafraseando a Giegerich).


¿Qué diferencia hay  entre tener una hipótesis (ciencia) y tener un presupuesto (psicología)? 

Una hipótesis es una afirmación terminada acerca de algo, la cual luego de hecha se pone a prueba, demostrándose falsa o verdadera. Así, más o menos, funciona la psicología científica y las soluciones que da a los problemas. Un presupuesto, como el que aquí estoy sugiriendo, ocurre en otro nivel, en un nivel fundamental o esencial. Es la posibilidad de hacer hipótesis. Es la posibilidad del ser. Por lo tanto, el presupuesto de la psicología no es una afirmación terminada ante su tema, es la apertura al claro de su tema, sea este el que sea. La psicología comienza con las manos vacías. 


La ciencia se presenta como La verdad de nuestro tiempo ¿Acaso no es este también el propósito de Giegerich? Entonces nos encontramos con dos "LA verdad".

No es cierto que Giegerich apunte a “La verdad”. Apunta a la verdad específica del asunto en cuestión, de ese presupuesto del que he estado hablando. 


Gracias, Ale.

Puedes escuchar la entrevista a Alejandro Bica y Luís R. Álvarez, siguiendo este enlace.


Terapia + AQUÍ

Podcast + AQUÍ 

Contacto + AQUÍ

Atención vía online en todo el mundo, y presencialmente en Amposta, Tortosa y Barcelona.

Anteriores programas de Bienvenida a la jungla:
¿Qué es el amor? con Laura Arques

Comentarios

Entradas populares de este blog

Retrato del perverso narcisista: El otro lado de la codependencia

Solo por hoy: Una herramienta de recuperación

Grupos de apoyo en casos de codependencia o dependencia emocional