Primer paso: Admito mi impotencia (II)

Extracto del Libro Azul de CoDA (Codependientes Anónimos). Descarga directa de la obra completa, siguiendo este enlace.

¿Nadie lo ve?
Este paso nos ayuda a identificar experiencias, sentimientos y conductas de nuestra vida, a apuntar con precisión cómo evadimos, controlamos y manipulamos otras personas, a nosotros mismos y a las circunstancias. Descubrimos cómo nos hemos convertido en nuestro propio Poder Superior o cómo pusimos a otros en ese papel. Empezamos a vislumbrar que no se nos ha dado el derecho de controlar la conducta de otra persona, sino la responsabilidad de establecer límites y fronteras para con nosotros y con los demás.

Para explorar cómo nos evadimos y nos controlamos a nosotros y a los demás, indagamos nuestras historias personales. Nos hacemos las siguientes preguntas para ver si se aplican a nuestra vida:


1) ¿Qué tipo de negligencia o abuso pude haber experimentado durante mi crecimiento?


2) ¿Dónde aprendí a mirar para otro lado cuando yo y/u otras personas eran objeto de abuso o negligencia? y ¿Por qué?


3) ¿Quien durante mi infancia mostró estas conductas o me enseñó a no expresar o compartir mis sentimientos al respecto?


4) ¿Dónde aprendí que evadir a los demás era más seguro que involucrarme?


5) ¿Dónde aprendí a controlar a los demás para lograr una fuente de bienestar?


6) ¿Cómo aprendí que no era lo suficientemente bueno, o que era mejor que los demás?


7) ¿Cuándo, dónde y cómo aprendí a negar mis propias ideas, sentimientos y necesidades por el bien de los demás o, por el contrario, a exigir que el mundo girara a mi alrededor?


8) ¿Dónde aprendí a comportarme de manera negligente y/o abusiva que daña intelectual, emocional, física, sexual y/o espiritualmente?


9) ¿Cómo aprendí a permitir que fueran manifestadas esas conductas hacia mí?


10) ¿Dónde y cómo aprendí que tener una relación me completaría?


11) ¿Aprendí estas cosas a través de las palabras o de las acciones de otros? Y en este caso, ¿De quienes?


12) ¿Cómo llegué a sobrevivir a través de las conductas codependientes en lugar de vivir con una sensación de libertad?


13) ¿Cuáles son mis sentimientos genuinos acerca de todas estas preguntas?


Al responder estas preguntas, logramos comprender cómo nuestra impotencia se desarrolló en nuestra infancia, pero saberlo no es suficiente. Tenemos que ver la ingobernabilidad de las conductas codependientes que llevamos en nuestras vidas adultas.

Si lo deseas, puedes compartir tus respuestas de forma anónima en los comentarios. El anonimato es un principio espiritual que nos recuerda que tenemos que anteponer los principios a las personalidades. Al compartir honestamente, amplificamos nuestra conciencia de grupo sobre la codependencia o dependencia emocional. Cuando más conciencia generamos, menos nos puede dominar esta enfermedad.

Si aun no lo has hecho, puedes seguir trabajando con las preguntas del Libro Verde de CoDA, haciendo clic en este enlace. Para saber más, visita nuestra bibliografía recomendada.

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La Associació GAEDE surge de la necesidad de ofrecer terapia especializada en codependencia o dependencia emocional. Para lo cual proponemos sesiones individuales especializadas, así como un grupo de agenciamiento afectivo en el cual trabajar los vínculos que establecemos, no solamente con otras personas, sino también con la vida y con nosotras mismas. Si sigues los enlaces habilitados te llevarán a ampliar la información en cada caso. Acompáñanos en facebook.

Atención presencial en Barcelona, Amposta (Tarragona), y terapia online en español o catalán a través de skype.
 

Comentarios

  1. 1) ¿Qué tipo de negligencia o abuso pude haber experimentado durante mi crecimiento?
    Maltrato físico y psicológico por parte de mis padres, bullying, violaciones, gordofobia, soledad, soledad, soledad.


    2) ¿Dónde aprendí a mirar para otro lado cuando yo y/u otras personas eran objeto de abuso o negligencia? y ¿Por qué?
    Si nadie te cuida no sabes qué es lo que mereces y lo que no. De pequeña nadie me enseñó cuáles eran los límites en cuanto a los abusos hacia mi persona. Pero sí que aprendí a reconocer lo de los demás a través de la empatía y desde allí les ayudaba/sostenía. Yo quizá no tenía motivo para creer que merecía buenos tratos pero reconocía que el resto de personas, objeto de abusos, sí. No quería que viviesen lo mismo que yo sabiendo que no lo merecían.


    3) ¿Quien durante mi infancia mostró estas conductas o me enseñó a no expresar o compartir mis sentimientos al respecto?
    Mi abuela siempre me mandó a callar cuando lloraba porque mi padre estaba borracho si estabamos delante de gente que no formaba parte de la familia cercana. Mi madre tenía depresión y nunca vió que yo estaba mal. Mi padre directamente no estaba y si estaba podía irse de las manos por el alcohol. No tuve amigos hasta bastante mayor. Si yo no expresé mis emociones entonces fue porque no tenía a quien se interesase en escucharme, quien me preguntase. Yo no me sentía importante para nadie así que no tenía sentido hablar de ello.


    4) ¿Dónde aprendí que evadir a los demás era más seguro que involucrarme?
    Aprendí eso después del rechazo y la soledad. Primero el rechazo, la invisibilidad. Si después alguien se interesaba en mí duraba poco y se iban. Volvía a quedarme sola así que yo siempre estuve conmigo, yo fui mi refugio.


    5) ¿Dónde aprendí a controlar a los demás para lograr una fuente de bienestar?
    La manipulación creo que ha sido mi mayor arma de control hacia los demás. No recuerdo exactamente cómo, pero imagino que fue a raíz de una acción genuina y ver una reacción que yo interpreté como positiva de parte del otro. A partir de allí esa acción perdió espontaneidad y empecé a calcular las situaciones, qué iba a decir, cómo, en qué lugares, en qué momento... Planteaba en mi cabeza todas las posibilidades que se me ocurrían, después me quedaba con la que mentalmente me beneficiase más y después la reproducía. Aún me pasa de vez en cuando, aunque intento frenar esa conducta cuando soy consciente de ella.


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  2. 6) ¿Cómo aprendí que no era lo suficientemente bueno, o que era mejor que los demás?
    Lo aprendí también desde el rechazo, la falta de escucha, la invisibilidad, las críticas a mi cuerpo, etc.
    Paralelamente me di cuenta que era mejor que los demás en los estudios, a causa de ser algo que podía controlar totalmente. Me aferraba a ello, a ser la inteligente. Me daba seguridad. Almenos algo hacía bien.


    7) ¿Cuándo, dónde y cómo aprendí a negar mis propias ideas, sentimientos y necesidades por el bien de los demás o, por el contrario, a exigir que el mundo girara a mi alrededor?
    Intenté ser perfecta y darle a todo el mundo lo que quería de mí, porque si era perfecta nadie se iría de mi lado. Prefería que abusasen de mí a que me abandonasen y ser insuficiente.
    Cuando todo esto empezó a transformarse en mi interior apareció la rabia, cosa que me hizo ponerme en el centro y mirar por mí de forma individual. Suelo pasar de dar cuidados absolutos a ser una sociópata sin empatía ni amor por los demás. Me da más terror ser la segunda.


    8) ¿Dónde aprendí a comportarme de manera negligente y/o abusiva que daña intelectual, emocional, física, sexual y/o espiritualmente?
    De mis padres y de los primeros vínculos de mi vida. De mi primera experiencia en el colegio. Aprendí esa conducta de forma defensiva, buscando sobrevivir.
    Aún así controlo abusivamente mi rabia, tanto como aguanto, por miedo a actuar de ese modo, hasta que peto. También puede aparecer en momentos de mucha inseguridad actualmente.


    9) ¿Cómo aprendí a permitir que fueran manifestadas esas conductas hacia mí?
    De niña no se tiene ética o moral, son los padres/educadores los que te enseñan esos límites, ejemplificándolo con sus propias conductas o marcando la de los demás. ¿Cómo iba a no permitirlo si yo no sabía que eso era perjudicial para mí? Yo entendí que mi vida era esa y lo asumí.


    10) ¿Dónde y cómo aprendí que tener una relación me completaría?
    Cuando de repente descubrí qué era sentirse vista, cuidada. Compartir con alguien. Que te digan que te quieren y entiendas qué es ese sentimiento, mas que palabras. Me había pasado toda la infancia y pubertad sintiendo que yo, al contrario de otras personas, no era merecedora de amor, sino asquerosa y repulsiva, un problema no deseado que tenían que aguantar. No es que aprendiese que una relación me completaría. Es que para alguien que había sentido muy poco amor sentirlo en GRANDE fue una droga que no quise dejar. Y que con el tiempo tampoco pude, a menos que huyese cuando apareciese la dependencia.


    11) ¿Aprendí estas cosas a través de las palabras o de las acciones de otros? Y en este caso, ¿De quienes?
    De ambas. Padre, madre, abuela, colegio, "amigos", desconocidos, etc. También de los medios, películas, etc.

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  3. 12) ¿Cómo llegué a sobrevivir a través de las conductas codependientes en lugar de vivir con una sensación de libertad?
    Me agarré a la sensación de amor y de ser querida porque sino me hubiese matado. Porque para mí nada tenía sentido, no tenía sentido la vida sin ningún tipo de afecto real.
    Recuerdo una de las veces que pensé en suicidarme, una concreta, con 10 años. Mi madre me había castigado comiendo sola después de ella tener una crisis de ira. Miré el cuchillo que estaba usando para la comida y pensé que estaba cansada de todo, que no podía más, que no quería vivir. Pensé en cortarme o en clavarmelo en el estómago, sabía cómo hacerlo para que no sólo fuese un susto. Pero al final, lo único que me hizo parar fue pensar en que nunca había besado a nadie. Nunca había sentido a nadie sin que después me tratasen mal. Pensé en las películas, en que yo quería vivir eso, quería darme la oportunidad de saber qué era que alguien me quisiese y si sería tan feliz como los personajes.


    13) ¿Cuáles son mis sentimientos genuinos acerca de todas estas preguntas?

    Que estoy jodida. Siento pena de mí, cansancio. Ya no soy esa niña y aún lloro de pensarla y pensarme a raíz de ello. Me siento por ahora incapaz de crear vínculos y sentirme segura con ellos o de darles seguridad. Me refiero a vínculos reales, con implicación emocional y dedicación en cuanto a tiempo y contemplación.
    Me siento emocionalmente muy inestable y que tampoco sé quién soy, ni qué quiero. Pienso que en mi vida todo es metira porque todo ha nacido del miedo, entonces quizá todo es una manipulación constante.

    ¿Qué pasa si aún estoy sobreviviendo, manipulando mi realidad porque me es imposible sostener la vida?

    Ahora ya me han besado, me han querido y he sido y soy importante para personas a las que quiero... Pero mi emoción, la entraña, no cambia, y estoy cansada.

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